Desastre de Lima: Punto de vista

La capital peruana está colapsada. No da para más. Simplemente la planificación del siglo pasado no ha contemplado el desborde popular pronosticado hace décadas por el notable antropólogo ayacuchano José Matos Mar.

El desastre no es producto de la gestión actual sino la acumulación de medidas mediocres durante todas las gestiones desde hace 50 años. El problema principal es que para ganar las elecciones, los candidatos mienten al electorado simplemente para llegar al sillón de Lima y luego hacer lo que ellos puedan sin tener absolutamente a nadie a quién rendir cuentas por lo malo de su gestión.

La prioridad no es hacer piscinas en invierno mis queridas autoridades

Aparte de malas gestiones acompañados de la corruptela, ya que van siempre agarrados de la mano como si fuera bueno el dicho: “roba pero hace obra”. En este caso, sólo hemos visto malas noticias gracias a todos los medios internacionales (debido a que los medios nacionales dicen que se enteraron últimos) y que sólo se haya concretado la primera parte de “roba, pero con obras mediocres”.

Lima acaba de ser catalogada por el aplicativo Waze como la peor ciudad latinoamericana para manejar y la segunda peor del mundo, después de Tailandia.

Gran demérito por la falta de planificación, orden y falta de criterio por las autoridades ediles, no sólo de Lima metropolitana sino también de todos sus alcaldes distritales en su conjunto.

Aparte de haber ganado dicho pésimo galardón, tenemos en todos los sondeos oficiales, este común múltiplo, por orden de preocupación:

  • Delincuencia e Inseguridad Ciudadana
  • Transporte Público Deficiente
  • Corrupción de Funcionarios
  • Contaminación, Ornato y Limpieza
  • Infraestructura Vial
  • Entre otros.

Pero en una micro encuesta de la calle, pasajeros y transeúntes nos describen más a detalle tus preocupaciones, siendo ellos los más afectados.

  • Exceso y sobrecarga de pasajeros, horas punta insoportables.
  • Horario de ingreso al trabajo problemático, todos quieren que lleguen 8 a 9am.
  • Por lo menos 2 horas de ida para llegar al trabajo y 2 horas de regreso.
  • Demasiado tráfico, tiempo de viaje desperdiciado, tiempo que no se aprovecha.
  • Llegada al hogar es demasiado tarde, salen muy temprano y llegan muy tarde.
  • Combis y mototaxis informalmente generan tráfico y desorden.
  • Robos y Hurtos en Lima en los medios de transportes públicos y taxis.
  • Paraderos peligrosos, poca seguridad, pocas cámaras, nadie a quién reclamar.
  • Policías y serenos muchas veces confabulados con delincuentes.
  • Robo de autos, asaltos a mano armada, y hasta ataques por no tener dinero.
  • Muchos inmigrantes dentro de los delincuentes capturados.
  • Cobro de cupos, coima,corrupción, estafas, amenazas de muerte.
  • Extorsiones, secuestros, sicariato, tortura.

Es lamentable el deplorable estado en el que se encuentra Lima colapsada. Inclusive teniendo un teniente alcalde que por años supuestamente tiene todas las ideas claras de que es lo que se debe de hacer y ha estado emitiendo un programa de TV “Alto al Crimen” diciéndonos que hacer por años, y que hoy en el poder, no esté dando la talla para reducir estas tasas de delincuencia que afectan realmente la tranquilidad de una población que está harta de la injusticia en las calles. Lo decimos con su nombre. INJUSTICIA, por que policías hacen su labor muchas veces, pero el sistema judicial los suelta “mágicamente” al día siguiente para verlos en las calles nuevamente haciendo de las suyas, con los brazos de la policía atados sin poder hacer nada al respecto.

Esperamos este artículo llegue a oídos y vista de las personas que siendo pagadas para mejorar el estado y situación de nuestra Lima arrodillada por la delincuencia, puedan iluminarse por el “espíritu santo” para que se les ocurra alguna maravilla inesperada y se pongan a trabajar en estos temas que realmente afectan lo más profundo de nuestra tranquilidad como sociedad.

Extracto de IPSOS - "Lima que no vemos":

Lima Metropolitana tiene el calificativo de megaciudad desde el 2016; es decir, en la urbe viven más de 10 millones de habitantes hace 3 años y casi nadie lo ha notado. Esto significa que tenemos una población más grande que la de ciudades consolidadas como Londres, Chicago o Hong Kong. En el 2018, solo 33 ciudades en el mundo recibieron esta calificación y Lima ocupó el lugar 32 en el ránking de población de Naciones Unidas. Sin embargo, nuestra urbe poco ha hecho por comportarse a la altura de esta liga. Por ejemplo, Lima es una de las pocas megaciudades que no cuenta con un sistema consolidado de metro.

Desde el punto de vista de los ciudadanos, de acuerdo con información de Ipsos Perú (enero del 2019), los principales problemas que se perciben en Lima son: inseguridad (74%), contaminación ambiental y limpieza pública (52%), y sistema de transporte masivo deficiente y tráfico vehicular (41%), los mismos desde hace ya varios años. A pesar de ello, no hay una voluntad clara de caminar sobre una estrategia para mejorar en estos aspectos básicos de la capital por parte del gobierno nacional ni del local.

En este contexto, no es novedad que el tráfico se agudice cada vez más en la capital. Según publicó este Diario, las horas punta prácticamente se han duplicado en los últimos 10 años y al menos la cuarta parte del tráfico de Lima corresponde a transporte de carga (Universidad del Pacífico). Además, la ciudad sufre de una sobrepoblación de combis y taxis que operan de manera formal e informal (“Gestión”).

El problema del transporte también trae serias implicancias en los costos de las empresas que distribuyen en Lima. El hecho de que se hayan duplicado las horas pico genera mayores costos de combustible, mantenimiento de vehículos, personal, etc.

Un estudio del MIT, la Universidad del Pacífico, la Universidad San Francisco de Quito y Logyca muestra algunas propuestas de políticas públicas. Entre otras, propone la creación de ‘hubs’ logísticos, para la carga y descarga de mercaderías, que permitan ordenar el caos que se genera al dejar mercadería en zonas con mucho tráfico. Además, propone ordenar las entregas fuera de las horas pico o premiar a las empresas que usen transporte amigable con el medio ambiente permitiéndoles transitar a estas horas.

Convertirse en una megaciudad trae consigo grandes retos en infraestructura, transporte, conectividad, seguridad, acceso a servicios básicos, medio ambiente, entre otros. Según el documento “The World’s Cities in 2018” de Naciones Unidas, la comprensión de las principales tendencias de la urbanización es crucial para poder hacer ciudades sostenibles, inclusivas, resilientes y sostenibles a futuro. Esto es fundamental no solo para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, sino también para los negocios cuyas ventas dependen aún, en gran parte, del movimiento de nuestra urbe.

Siendo una megaciudad poco preparada para la cantidad de personas que alberga, este año Lima enfrenta un reto adicional. Si bien la tasa de crecimiento poblacional de la ciudad está alrededor del 1% anual (alrededor de 100 mil habitantes), según Ipsos Perú, la migración venezolana a nuestra capital, producto del momento crítico que atraviesa ese país, ha acelerado el crecimiento limeño en casi cinco veces su ritmo habitual (500 mil habitantes más).

Prepararnos, mejor tarde que nunca, a través de un plan estratégico a largo plazo es indispensable. Las buenas ideas son diversas, pero si no contamos con una visión a futuro estructurada, solo nos quedaremos en buenas intenciones desarticuladas. Se necesita continuidad. Esta gestión municipal está dando buenas señales, pero se necesita trabajar de manera coordinada con otros niveles de gobierno y no solo en cuatro años de gestión del alcalde actual.

El Comercio, 25 de abril del 2019.p.26

 

 

 

 


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